Realmente… ¿Existe el exceso de confianza como causa de accidentes de trabajo?

 


Para poder responder a esta pregunta debemos primero tener claro que es la confianza y que representa ésta para los seres humanos; de acuerdo al diccionario la confianza es: “La esperanza firme que una persona tiene en que algo suceda, sea o funcione de una forma determinada, o en que otra persona actúe como ella desea”. También se define como: “seguridad, especialmente al emprender una acción difícil o comprometida”.

Para muchos la confianza es un “valor” que puede llegar a ser una “virtud” en una persona; cuando decimos que una persona es confiable, nos estamos refiriendo a la virtud que hace que otros podamos esperar siempre lo mejor de esa persona, indistintamente de las circunstancias que se presenten; si a este termino “confianza” lo asociamos siempre con algo positivo y a la persona a quien se le atribuye el grado de confiable, lo asumimos como una virtud en esa persona, como es que el exceso de ésta, termina siendo la causa de hechos lamentables con consecuencias graves para la salud y la vida de las personas.

Ciertamente es debatible los criterios que podemos asumir al momento de referirnos al exceso de confianza de alguien; es importante darnos cuenta que cuando decimos que una persona sufrió un accidente por exceso de confianza, estamos asumiendo que más allá de ser una persona confiable, se convierte en alguien negligente, descuidado o temerario; entonces de manera muy clara, son dos visiones totalmente antagónicas de un ser humano. Cuando decimos que alguien cometió un error por exceso de confianza, estamos diciendo que ha sido negligente, descuidado o temerario porque era demasiado confiable… ¡No encaja! ¿O les parece que es lógico?

Desde mi punto de vista, todos, absolutamente todos, necesitamos tener confianza en nosotros, en nuestras capacidades y hacer de la confianza una virtud, ahora bien, la confianza no nos puede llevar a la ceguera, porque es muy fácil pasar de ser confiado a ser incauto, cuando ponemos nuestra confianza en algo o en alguien, tenemos que ser precavidos y objetivos, eso no significa que no podamos ser defraudados en la confianza depositada fuera de nosotros… y esto me lleva a visualizar que podemos entender la confianza de dos maneras, la confianza en nosotros y la confianza en algo o alguien externo. Es innegable que la confianza que va de nosotros hacia fuera puede ser defraudada y eso pasa cuando no somos lo suficientemente precavido y objetivos en nuestras apreciaciones, pero la confianza en nosotros, en nuestras capacidades y alcances sólo puede fallar cuando confundimos la confianza con ser testarudo, descuidado, negligente o temerario en nuestro actuar.

En mi conclusión, solo se puede tener exceso de confianza en otra persona en la cual depositamos nuestra confianza y nos equivocamos, pero, en cualesquiera otras circunstancias, no podríamos llamarlo exceso de confianza, simplemente, hemos fallado en nuestra evaluación, planificación y control de nuestros actos, ¡siendo negligentes, descuidados o temerarios y por consiguiente… Nada confiables!

En el tema de la Seguridad y Salud en el Trabajo, el Exceso de Confianza como una causa de los accidentes no tiene sustento, ya que la seguridad se basa en el conocimiento técnico-científico y en la prevención planificada, por lo tanto nada puede quedar al azar o a la esperanza de que algo salga bien; alegar que un trabajador se accidentó por exceso de confianza, es alegar que el trabajo se realizaba sin supervisión, sin control, sin planificación y por lo tanto se realizaba sin seguridad, sólo con la esperanza de que saliera bien…

La confianza no puede sustituir a la Seguridad… Necesitamos trabajadores confiables que puedan desarrollar sus tareas de manera segura…

 

“En seguridad no hay exceso de confianza, sólo falta de planificación y control”

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